Los grandes escaparates están inmersos en un sueño, si!!! En un viaje fantasioso que nos atrapa y nos contagia de ideas locas y creatividad desbordante. Los escaparates para soñar nos llevan a mundos mágicos donde todo es posible y consiguen que nuestras mentes se trasporten a lugares imaginarios donde el buen gusto nos produce un placer visual fabuloso.

En un primer golpe de vista, estos escaparates tan espectaculares, te llenan de sensaciones y poco a poco vas descubriendo detalles. Todo lo que percibimos puede significar para cada persona algo ausente, es decir, un sol puede trasmitirnos calor, unas flores… la primavera, unas nubes negras… la lluvia, así que la interpretación de un objeto nos lleva más allá, donde los pensamientos se deducen a partir de un estímulo.

El buen uso del color es clave en estos montajes ya que el diseño se basa, en gran parte, en la utilización del color para comunicar. Con los colores la expresividad se realza intencionadamente. La psicología del color nos ayuda a trasmitir emociones con un lenguaje muy particular. Dentro de la clasificación funcional de los colores nos encontramos con color realista, color fantasioso y color sígnico (esquemático) que a su vez pueden ser con valores estéticos, poéticos o expresivos. El color es clave para contar una historia dentro de un escaparate.

En los escaparates se imprime la identidad corporativa, el ADN de las empresas, sus valores y su forma de pensar como comunidad. Es importante tener esto muy presente durante el proceso de diseño ya que una marca vale lo que representa y la imagen corporativa debe estar impresa en sus escaparates. La identidad de imagen forma parte de la estrategia fundamental de las empresas y debe ser diferente, única e irrepetible. Es una cuestión intangible pero muy visible cara a los clientes así que hoy en día las empresas que deseen mantenerse en el mercado de forma puntera deben dar mucha importancia a su imagen, pero muchaaa!!!.
